Saber cómo conservar las naranjas frescas es fundamental. Sobre todo si queremos disfrutar de todas sus propiedades y también de su sabor. A veces, una mala conservación puede echar al traste hasta las mejores naranjas. Hay que tener en cuenta que no todas las frutas se mantienen igual. Depende de la fruta, del estado en el que se cosechó incluso según la variedad de la misma fruta pueden haber diferencias. Por ejemplo, no es lo mismo conservar mandarinas que conservar naranjas. Las mandarinas suelen ser más delicadas.
Somos muchos los consumidores que además de disfrutar de un buen producto, nos interesa también el poder beneficiarnos de todas sus propiedades, sobre todo en el caso de la naranja y mandarina de su apreciada vitamina C.
Su forma de cultivo y estado de recolección va a ser el punto clave, pero de eso nos encargamos nosotros los agricultores, en este punto sólo tenéis que saber distinguir donde comprarla. El otro punto también importante será su conservación y os lo vamos a poner fácil, tan sólo tenéis que seguir una serie de consejos, que os vamos a contar.
Cómo conservar las naranjas en casa
Veamos algunos sencillos consejos para saber guardar las naranjas en perfecto estado y disfrutar así de todas sus bondades:
- Guardarlas en lugar seco y fresco. Seguramente habrás leído este consejo miles de veces. Normalmente en casi todas las etiquetas de los alimentos suele venir este consejo a la hora de conservar cualquier alimento. Pues en el caso de las naranjas lo mismo. Guardar las naranjas en un sitio seco, fresco y que cuente con una buena ventilación es esencial. La humedad es el principal enemigo.
- Evitar el calor. Si la humedad es mala, también el calor. En todas las cocinas hay focos de calor que provocan continuos cambios de temperatura en el ambiente. Si guardamos las naranjas en la cocina hay que alejarlas de cualquier sitio que desprenda calor.
- Colocar bien las naranjas. Un error demasiado común es colocar las naranjas apiladas. De esta forma se dificulta la ventilación. Lo mejor es colocarlas todas en una sola altura. Es verdad que para llevar a cabo esta práctica necesitaremos mucho más espacio. Si no disponemos de ello y no hay remedio que apilarlas deberíamos evitar colocarlas con mucha altura y esparcirlas en la medida que sea posible al mismo tiempo que moverlas o cambiarlas de lugar cuántas veces sea posible. Si podemos tenerlas en el suelo podemos utilizar papel de periódico.
- Utilizar una cesta de mimbre para su conservación. Este tipo de cestas ayudan mucho en la ventilación.
- No mezclar con otras frutas. Otro error muy común. Como decíamos al principio cada fruta tiene un ciclo de maduración en función de varios factores. Si mezclamos las frutas y las verduras corremos el riesgo de que los insectos se pasen de una a otra.
- Retirar cualquier fruta tocada. Si por alguna razón vemos alguna naranja podrida o con signos ya evidentes de piel verde es mejor retirarla para consumirla ya y evitar el contagio al resto de naranjas.
¿Se pueden guardar las naranjas en el frigorífico?
Una duda muy frecuente es si debemos guardar las naranjas en el frigorífico. Lo que hay que tener muy claro es que lo ideal es conservar las naranjas a temperatura ambiente. Eso es lo mejor. Ahora bien, si por alguna de aquellas estimamos que vamos a tardar un tiempo en consumir esas naranjas o simplemente que hemos comprado una gran cantidad de fruta y queremos guardar una parte en nuestro frigorífico debemos tener en cuanta algunas pautas.
Lo primero es que podemos guardarlas en el cajón de nuestra nevera destinado a las verduras o incluso en algún otro recipiente que nos facilite poder quitarles de vez en cuando un trapo seco para limpiarlas. Otro detalle que debemos saber es que si queremos lavarlas naranjas es preferible secarlas después. Recuerda que la humedad acelera el proceso de maduración.